La
hora de dormir es un momento sagrado para el ser humano. El sueño es una
necesidad biológica muy relevante para el desarrollo habitual de las personas,
conserva energía para el
desenvolvimiento de su vida cotidiana, tiene un impacto sobre la memoria, sobre
los procesos de aprendizaje y la capacidad de concentración, afecta a las
actividades hormonales y el metabolismo. Es un elemento primordial en la
restauración del sistema nervioso central. Se requiere dormir para lograr un
eficiente equilibrio en el funcionamiento psicológico y físico de una persona.
No
obstante, en el caso contrario, no descansar perjudica el estado de ánimo, la
persona está más propensa a actuar ante cualquier mínima acción con
irritabilidad, malhumor, e incluso la falta de descanso altera las emociones,
lo que puede causar depresión, agresividad,
ansiedad o estrés. El rendimiento mental disminuye, la persona puede
quedarse dormida con facilidad en cualquier momento y lugar, y en casos
extremos, pasar tanto tiempo sin dormir puede causar psicosis,
fuertes alucinaciones en las que el afectado puede quedarse sin reconocer
cuando se encuentra en ese estado o en la realidad e incluso la muerte.
El
no poder descansar o dormir lo suficiente se debe a diversos factores, ya sea
porque la persona está pasando por un momento cargado de estrés y preocupación, el embarazo en algunas
mujeres, los problemas socioeconómicos, exceso de trabajo, adicciones, algún medicamento con un efecto
secundario, enfermedades que pueden llegar a perturbar el sueño (ronquidos,
alergias…) o condiciones que requieren de un tratamiento profesional: los
trastornos del sueño, específicamente en el caso de los adultos.
¿Qué es un trastorno del sueño?
Los
trastornos del sueño son un padecimiento o un cambio en la conducta o rutina
del sueño de una persona, son tan drásticos que pueden perjudicar de forma
emocional, física o psicológica a quien lo padece, es decir, tiene efectos
directos en la salud.
Estas
enfermedades afectan a gran parte de la población, todos pasan en algún momento
de su vida por problemas en la vida diaria, dificultades que despiertan la
preocupación y el desespero en las personas, ansiedad,
depresión, angustia, estrés, y más. Los trastornos de sueño pueden
aparecer en cualquier momento a lo largo de la vida del ser humano, por ser el
padecimiento patológico de una persona, gracias también al consumo de
medicamentos y también enfermedades del tipo psicológicas.
Causas de los trastornos del sueño
Existen
causas muy diversas que originan un trastorno del sueño. Preocupaciones
generales, es decir, los problemas de tipo socioeconómicos son muy influyentes
a la hora de causar un trastorno del sueño, aunado a dificultades en el área
laboral, ya sea porque el dinero no alcanza para abarcar las necesidades básicas
en un hogar o para pagar deudas; acumulación de estrés de trabajo, cambio de
trabajo, temor a cometer fallas y las consecuencias de esos errores. Los
problemas familiares tampoco se quedan atrás.
Las
enfermedades psíquicas también tienen que ver, desde el estrés postraumático, ansiedad, problemas de depresión, de ira,
incluso agresividad. El uso de medicamentos o fármacos pueden
desencadenar un trastorno del sueño como efecto secundario, aunque también son
causados por el consumo de sustancias
tóxicas, psicotrópicas, drogas; ya sea nicotina, alcohol, cafeína, etcétera.
Problemas
del tipo fisiológica, es decir, enfermedades que generen incomodidad o mucho
dolor, ya sea cáncer (metástasis), inflamación en alguna parte del cuerpo,
problemas hormonales, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Asimismo los
problemas de obesidad generan dificultad a
la hora de dormir y de respirar, al igual que la desviación del tabique, el
paladar blando, la úvula atrófica, etcétera.
Factores externos o ambientales, tales como
mucho frío, calor, ruido o mucha luz. Dormir muchas horas durante el día
también afecta al sueño nocturno.
Tipos y síntomas de los trastornos del sueño
En
total, existen diez tipos de trastornos del sueño según el DSM-5 ( Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales), cada uno con sus particularidades:
·
Insomnio: es la dificultad
que tiene una persona para conciliar el sueño o, una vez habiendo alcanzado el
sueño, le cuesta mantenerse así durante toda la noche, lo que causa que en
ocasiones se despierte. También el despertarse más temprano de lo habitual y
luego no poder volver a dormir es considerado como insomnio.
Todo
ello afecta a la salud mental y física. Además de todo ello, conlleva una falta
de energía afectando en el ámbito del trabajo, estudios, a nivel social, y otras
áreas.
El
insomnio puede ser causado por el consumo de medicamentos (ya sea por algún
efecto secundario), enfermedades mentales o físicas; lo que hace que se divida
en cuatro tipos de insomnio:
ü Insomnio
precoz: este es el tipo de insomnio que se caracteriza por despertarse horas
antes de lo usual.
ü Insomnio
medio: no suele tener problemas para conciliar el sueño sino para mantenerlo
durante todo el tiempo que se requiere para descansar. Suele deberse a
enfermedades respiratorias o que causan mucho dolor e intranquilidad.
ü Insomnio
tardío: a la persona le cuesta quedarse dormido y, una vez logrado, pasa como
en el insomnio precoz, se despierta antes de culminar sus horas de descanso. Es
usual cuando una persona está bajo una receta médica o con depresión.
ü Insomnio
transitorio: Le es complicado alcanzar el sueño y mantenerse dormido durante
toda la noche pero este insomnio dura pocos días.
·
Hipersomnia: se habla de
hipersomnia cuando la persona duerme en exceso (ya sea durante la noche o durante
el día), sobrepasando sus horas normales de descanso. Debido a la hipersomnia,
ocurre lo mismo que en el insomnio, el afectado no podrá mantenerse activo en
sus actividades diarias, dormir más de nueve horas no es reparador.
El
trastorno de hipersomnia ocurre como mínimo tres veces a la semana por tres
meses, y puede presentarse de tres maneras diferentes:
ü Recurrente:
aparece después de un mes o un par de semanas.
ü Idiopática:
puede durar hasta un mes.
ü Postraumática:
por un trauma cráneo encefálico.
·
Narcolepsia: se caracteriza
por la urgida necesidad de dormir o echar una cabezada durante el día, incluso
la persona puede quedarse dormida en cualquier lado, impidiendo el cumplimiento
normal de las actividades laborales, educativas y sociales. Suelen suceder tres
veces a la semana por hasta tres meses.
·
Apnea e hipoapnea
obstructiva del sueño: ambas relacionadas con dificultades para respirar, ya
sea por pausas constantes a la hora de respirar (provocando deficiencia de
oxígeno en la sangre); o también por ronquidos y jadeos durante el sueño.
Está
clasificada en tres tipos:
ü Mixta.
ü Central.
ü Obstructiva.
·
Hipoventilación relacionada
con el sueño: también es a causa de la disminución de la respiración, la
diferencia es que se debe a la alta concentración de CO2.
·
Trastornos del despertar del sueño no REM: despertar
incompleto del sueño, que pueden ser:
ü Sonambulismo:
así como lo muestran en algunas películas, el afectado puede hablar y caminar
de forma involuntaria. Es complicado despertarle estando en ese estado, y
posterior a eso, suele mostrarse confundido y sin recordar qué está haciendo.
ü Terrores
nocturnos: son episodios acompañados de mucha desesperación y pánico que puedan
causar taquicardia, sudoraciones, gritos y llantos involuntarios, prosiguiendo
un despertar traumático y agitado. Es muy común en niños.
·
Trastorno de pesadilla:
sueños que dan la sensación de ser reales y de mucha angustia, generan miedo,
ansiedad, confusión, incluso la sensación de que a la persona le falta el aire.
·
Parálisis del sueño:
episodios de inmovilidad corporal, donde la persona no puede hablar, parpadear,
ni realizar ningún movimiento voluntario, teniendo una sensación de que
‘’algo’’ lo aprisiona, lo que genera ansiedad. Suelen durar segundos o hasta un
minuto.
·
Trastorno del comportamiento del sueño REM:
comportamientos repetitivos de despertar, aunado a movimientos bruscos que
pueden causar daño a la persona o al acompañante, vocalizaciones, risas,
susurros o hasta alaridos.
·
Síndrome de las piernas inquieta: se debe a la sensación
desagradable o de incomodidad que siente una persona, por lo que mantiene sus
piernas inquietas. Esto empieza o empeora cuando se está en inactividad y la
sensación incómoda se alivia con el movimiento.
·
Trastorno del sueño inducido por sustancias/medicamentos:
existen sustancias o medicamentos que alteran de forma seria el sueño en una
persona.
Curiosidades sobre los trastornos del sueño
· La mayoría de los trastornos
del sueño afectan más al género femenino.
· Los hombres son más
afectados por los trastornos de respiración durante el sueño (ronquidos,
jadeos, hipoxia).
· Los estudios indican que lo
adecuado es dormir entre siete y nueve horas al día.
· Hay animales que pueden
dormir sobre sus patas, pero para alcanzar la fase REM del sueño, tienen que
reposar todo el cuerpo.
· Se estima que entre el 40 y
50% de las personas que padecen narcolepsia, suelen tener parálisis del sueño.
· Estudios afirman que la
parálisis del sueño se da al menos una vez en la vida de una persona, ya que
suele ocurrir en momentos de mucho estrés.
Tratamiento de los
trastornos del sueño
Para
cada trastorno del sueño, debe haber un tratamiento en particular, sobre todo
existiendo causas muy diversas entre sí. Por ejemplo, si se debe a factores
mínimos, es decir, por el consumo de bebidas que contengan cafeína (café,
refrescos, bebidas energéticas), evitar tomarlas antes de dormir. En la mayoría
de casos es necesario un cambio de hábitos, es decir, lo que se llama una
higiene del sueño, sin embargo, hay trastornos que necesitan tratamientos
psicológicos e incluso médicos complementarios.
Acudir
a un psicólogo especialista es lo más recomendable, él es quien tendrá la
palabra con respecto al tratamiento que se adapte al caso de cada paciente.
Descubrir lo que conlleva a esa persona a padecer de un trastorno, darle a
conocer por qué y comenzar lo que sería el tratamiento propiamente dicho, eso
en el caso de que la causa sea por dificultades de trabajo, familiares, traumas,
depresión, estrés, ira; en pocas palabras, problemas de tipo psicológicos. Si
se trata de otras enfermedades, padecimientos fisiológicos, como en el caso del
cáncer, el oncólogo tendría que recetarle calmantes o anestésicos específicos
para el área donde se aloja el dolor.
Tratar
con los casos de trastornos del sueño no es nada fácil, llegar a los orígenes y
asegurarse de que una persona logre superarlo, es una dificultad bastante
compleja para el mismo especialista. En ocasiones se necesitan cambios
drásticos, cambios de trabajo, mudanzas, o cambios del entorno social;
deshacerse de todo aquello que genere estrés. Las malas posiciones al dormir
también se deben erradicar, llevar un horario adecuado para el descanso, si se
padece de obesidad es necesario bajar de peso para alcanzar el sueño. Dejar en
gran medida bebidas como el café, el alcohol, la nicotina, el consumo de drogas
psicotrópicas es otro paso importante para lograr superar dicho trastorno.
Las
técnicas de relajación también pueden facilitar el descanso, como por ejemplo técnicas de respiración, o la
relajación muscular. Esto, acompañado de las terapias especializadas, pueden
ayudar a mejorar.
En
ciertos casos, es recomendable seguir unas pautas para alcanzar el sueño y que
este sea prolongado:
ü Ir
a dormir cuando se sienta realmente agotado.
ü No
acostarse mucho rato antes de ir a dormir,
ü Un
buen colchón que cubra con las necesidades que las personas requieran, ya sean
colchones de látex, de muelle, de muelle ensacados; entre otros.
ü Mantener
un horario frecuente al dormir, es decir, acudir a la cama a la misma hora e
igualmente despertarse siempre a la misma hora.
ü No
cenar ni muy tarde ni muy temprano, y que no sean comidas copiosas.
ü No
abusar de alimentos picantes en la cena, ni tampoco que contengan demasiado
azúcar.
ü Evitar
bebidas que contengan cafeína, alcohol, ni fumar por la noche ni antes de ir a dormir.
ü La
habitación debe estar acondicionada para el descanso, una ventilación eficiente
y que esté realmente oscuro.
ü No
dormir muchas horas en el día, las siestas no deben exceder de los 25 minutos.
ü Darse
un baño con agua tibia antes de dormir ayuda mucho en la relajación corporal.
ü La
relajación mental es fundamental en estos casos, se debe tratar de no pensar en
los problemas de la vida diaria antes de dormir.
ü Practicar
yoga es recomendable para estos casos.
ü No
hacer ejercicios físicos antes de dormir, esto reactiva el proceso de
circulación de la sangre.
ü Ingerir
tés relajantes, como la valeriana, flores de lavanda, manzanilla, entre otros.
También la leche tibia con miel es una buena opción.
Además,
en los casos en el que los ronquidos o la apnea del sueño no tengan un mejoramiento
a largo plazo, es recomendable el uso de dispositivos o máscaras para dormir. Estas
máscaras para dormir pueden ser nasales o faciales, similares a las que se
utilizan en los hospitales. Durante la fase del sueño, ventila aire continuo y
de forma suave, lo que hace que el paciente deje de roncar y evita que deje de
respirar, ya que mantiene los conductos de respiración abiertos.
Los
tratamientos por fármacos en algunos casos pueden ayudar, como por ejemplo los
calmantes (la melisa, el lúpulo y la valeriana). Sin embargo, si no resuelve el
problema de raíz, entonces no es una solución viable. Generalmente alivian los
síntomas pero no soluciona el problema.
Hay
que hacer un énfasis en que la hora de dormir y el descanso, son muy relevantes
para la calidad de vida que requieren los seres humanos para mantenerse saludables
y alerta para el cumplimiento de sus actividades. Las personas deben de tener muy
claro la importancia del sueño y el descanso. A veces no se le toma la
relevancia que tiene, ya sea porque una adicción no permita prestarle atención;
otras porque se les exige mucho en el área laboral, lo que lleva a la persona a
sacrificar sus horas de descanso por culminar un proyecto o trabajo; o también
el descuido de dejar muchas tareas para última hora y todo se va acumulando hasta
que la persona no cuenta con el tiempo suficiente para dormir. El estar
pensando en los problemas que rodean a las personas minutos antes de dormir, a
veces el darle demasiada importancia a pequeñeces que no hacen más que causarnos
estrés, hasta la sensación urgida de tomar café en exceso. Los problemas
psicológicos que causan trastorno del sueño también requieren de mucha
importancia, tenemos que estar alerta si alguna persona cercana a nosotros
tiene síntomas de padecer un trastorno del sueño por problemas psicológicos, brindarle
el apoyo que requiere de ser así e incitarlo a buscar una ayuda profesional.
La
información está, hay que saber buscarla para documentarse, hacerle saber a
otros la importancia de descansar, del tiempo que se requiere para ello y lo
que puede suceder si no se está descansando lo suficiente. El sueño está ligado
a la memoria, al proceso de aprendizaje, al resguardo de energía y a la armonía
de las emociones, factores muy importantes para cumplir con las actividades
diarias. Se debe tener mucho cuidado de llegar a casos extremos, la privación
total del sueño afecta al cerebro y a su función cognitiva, lo que puede llevar
a la muerte.