TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN




En gran parte, debido a los estereotipos de belleza que existen entorno a la sociedad, también los prejuicios por los que se ven rodeadas las personas que tienen sobrepeso (y, en muy pocos casos, las personas con extrema delgadez), muchos comienzan a sentirse un poco inseguros de su físico, quizás por un par de kilos sobrantes o faltantes, porque tales pantalones no les quedan como hace meses atrás o alguien mencionó que se ven más gordos y que deberían comer menos o, al contrario, con la interrogativa de si se están alimentando bien porque se ven ‘’muy delgados’’. Las inseguridades y los estándares de belleza son un elemento clave para los trastornos de alimentación, pero los factores socioeconómicos también están presentes, los traumas de la niñez, problemas familiares, relaciones tóxicas, sucesos emocionales muy impactantes; entre otros más.

Sin embargo, existen personas que llevan estas inseguridades al extremo, convirtiendo su búsqueda desesperada de bajar o subir de peso en un trastorno de alimentación, en una condición mental que puede estar acompañada de otras más como la depresión, la ansiedad, la apatía, el estrés, etc.). Los trastornos de alimentación conllevan una constante sensación de vacío, querer aislarse de la realidad. Todas estas situaciones que los llevan a realizar acciones que afectan su salud de forma muy grave y, que si no son tratados a tiempo, podrían traer consecuencias irreversibles, como problemas del corazón e incluso la muerte.


¿Qué es un Trastorno de alimentación?

Se trata de cambios radicales en la conducta alimenticia, es decir, una persona puede dejar de comer casi en su totalidad o comer en abundancia, consumir únicamente alimentos orgánicos por creer que son ‘’más sanos’’ ya que tienen menos cantidad de calorías etc. (no son capaces de medir las consecuencias del nefasto daño que le causa a su salud). Puede calificarse como una obsesión sobre el peso corporal y la comida, variando la necesidad en cada individuo, ya sea  por bajar de peso dándole nada o poca importancia a los resultados que todo ello tiene para la salud. En ocasiones también se puede presentar el trastorno de alimentación para llenar los vacíos emocionales, olvidar de momento algún suceso traumático, malas costumbres si se tiene a un padre o una madre con problemas de obesidad, etc.

Se conocen casos igual de radicales pero con procedimientos diferentes, en los que las personas abusan de fármacos que le ayudan a purgarse, se autoinducen el vómito, ingieren alimentos con bajas calorías de forma obsesiva en vez de una alimentación más sana, suelen ver su imagen física distorsionada y no la realidad, ya sea que se encuentren en un estado de malnutrición y su condición los hace verse gordos pese a no estarlo; o se perciben muy delgados cuando están obesos; o delgados y frágiles estando realmente musculosos  (aunque estos casos sean muy poco frecuentes).


Causas de los trastornos de alimentación

Existen diversas situaciones que pueden alterar la conducta alimenticia de una persona. Principalmente, los más vulnerables en padecer de un trastorno de alimentación son jóvenes con baja autoestima, preocupados por su apariencia física, se sienten presionados ante críticas y burlas que le hacen los demás referentes a su cuerpo, siempre teniendo como ejemplo de ‘’perfección’’ a supermodelos con figuras delgadas y esculturales, algo que sienten muy lejos de su realidad y que los hace inconformes de no encontrar métodos alimenticios que lo ayuden de forma breve.


Otras causas se deben a diferentes problemas psicológicos, ya sea por ansiedad, depresión, estrés, personas con comportamientos obsesivos-compulsivos, o personas perfeccionistas. Las familias disfuncionales pueden llegar a crear personas inseguras y con sentimientos de inutilidad, también el trauma de perder a un ser querido puede ser un factor que desencadene un trastorno alimenticio; esto los lleva a consumir alimentos sin control alguno para llenar un vacío emocional, incluso para escapar un rato de la realidad, para ‘’sentirse bien’’ aunque después la culpa los invada (en algunos casos). También el abuso sexual está comprobado que puede desencadenar en el futuro un trastorno de alimentación, la sobreprotección en niños, las parejas tóxicas; incluso hasta mujeres que después de dar a luz, notan que su cuerpo ya no es el mismo de antes de quedar embarazadas pueden desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria.

Los factores socioeconómicos también influyen en la alteración de la conducta alimenticia. En los países más desarrollados (como Estados Unidos) la comida chatarra es sumamente económica, lo que puede llevar a personas de recursos un poco más bajos a abusar de estos, ya sea para ahorrar dinero en vez de consumir alimentos mucho más sanos, lo que los lleva a sufrir de problemas de obesidad.


Tipos y síntomas de los trastornos de alimentación

Existen varios tipos de trastornos de alimentación, pero hay cuatro tipos principales que se mencionarán junto a sus síntomas, teniendo en cuenta el DSM-5:

·        - Anorexia nerviosa: se caracteriza por la muy baja (o ninguna) ingesta de alimentos para no subir de peso. Tienen la imagen deformada al verse en el espejo, ya que se ven y hasta se sienten gordas, aun estando por debajo de su peso ideal de acuerdo a su edad y altura. Suelen ser personas con pánico a la obesidad, obsesionadas por la delgadez que creen nunca alcanzar por dicho trastorno. Realizan ejercicios que requieren mucha resistencia física, otros se inducen el vómito e incluso hacen un mal uso de laxantes y diuréticos. Se creía que causaba amenorrea (perdida de la regla), pero según los últimos estudios, esto varía en función de otros factores.

·         -Bulimia nerviosa: a diferencia de la anorexia nerviosa, en esta la persona suele sufrir de cortos períodos de excesivo consumo de comida sin poder detenerse (en especial comida muy calórica), para asimismo recurrir a purgar de la misma forma, mediante vómitos provocados o abuso de diuréticos y enemas, también con fuertes ejercicios físicos. Usualmente se sienten culpables y asqueados por haber comido tanto y de forma tan descontrolada por ello recurren a las purgas.

Existen otros casos de Bulimia nerviosa en que la persona afectada suele masticar el alimento para luego escupirlo.

·         -Trastorno por atracones: así como la bulimia nerviosa, este trastorno se identifica por el inmoderado consumo de grandes cantidades de alimentos, de forma rápida y sin control, en ocasiones sin la necesidad de sentirse con hambre. También tiene pensamientos pesimistas sobre sí mismo, sentimientos de culpabilidad, vergüenza, es por ello que suele realizar todo eso en soledad. Sin embargo, y a diferencia de la bulimia, no realizan purgas.

·         -Obesidad: se creía que la obesidad y el sobrepeso era lo mismo, pero es gracias a la ciencia médica que nos dimos cuenta de que no es así; sin embargo, cabe acotar que el sobrepeso puede ser el camino hacia la obesidad. El sobrepeso es tener un poco de peso adicional, para eso se tendría que calcular el índice de masa corporal (IMC) y verificar si está por encima de la escala normal (aunque puede ser incluso peso muscular). Por ello es mucho más adecuado medir la grasa que el IMC. La obesidad, por otro lado, es la aglomeración abundante, absoluta y muy nociva de grasa.

La obesidad viene normalmente de la mano con el sedentarismo. Ingieren grandes cantidades de comida, inclusive a deshoras, y pasan la mayor parte del día reposando en la cama. Otros casos se deben a complicaciones específicas, como las personas que sufren de Hipotiroidismo, pero se debe a la carencia o descuido del tratamiento para tratar de forma adecuada esta condición.

    -Otros trastornos de alimentación son:

·           Trastorno dismórfico muscular (Anorexia inversa).
·    Trastorno evitativo/restrictivo de la ingesta alimentaria: las personas pueden perder el interés hacia los alimentos y lo evitan, procediendo a la pérdida de peso y a la falta de ciertos nutrientes.
·     Anorexia nerviosa atípica: mantiene un peso por encima o sobre lo normal, aunque igualmente cursa con pérdida de peso.
·         Trastorno purgativo: el temor de no engordar los lleva a autoinducirse el vómito o a abusar de fármacos, diuréticos, laxantes, entre otros; sin caer en atracones.
·         Síndrome de ingesta nocturna: con frecuencia se levantan en la noche, posterior a la cena, para proseguir ingiriendo comida.
·         Megarexia: este es el caso menos conocido, en que la persona ante el espejo se ve delgada cuando se encuentra en un estado de obesidad, lo que lo lleva a proseguir con exageradas ingestas de comida al ‘’sentir’’ que no engordan.
·         Vigorexia: las personas se caracterizan por la intensa obsesión de ganar masa muscular, ya que al verse en el espejo se siguen observando muy delgados y enclenques, siendo contrario a la realidad.
·         Ortorexia: psicosis por comer únicamente alimentos ecológicos (frutas, verduras, legumbres y hortalizas), lo que causa que su dieta carezca de nutrientes necesarios para una alimentación sana.


Curiosidades de los trastornos de alimentación

·        Los trastornos de alimentación son más comunes en mujeres que en hombres.

·      Las personas que padecen de algún trastorno de alimentación suelen estar aisladas de la vida social.

·        La Anorexia nerviosa puede presenciarse entre adolescentes de 12 a 18 años de edad, sin embargo la Bulimia nerviosa suele presentarse a una edad más tardía.

·        El  5% de los casos de la Anorexia nerviosa son en hombres.

·        Existen casos de personas anoréxicas que posteriormente le aparecen síntomas bulímicos.
·        El trastorno por atracones puede empezar por pequeños atracones nocturnos.

·      En Blogs de internet se suele dar el nombre de ‘’Ana y Mía’’ para la Anorexia y la Bulimia. Son páginas que reúnen a personas que padecen estos trastornos, incitando a personas vulnerables a hacer lo mismo ya que no tienen conciencia de enfermedad.

·        El trastorno evitativo/restrictivo de la ingesta alimentaria es más común en niños.

·   Existe la Anorexia nerviosa no fóbica a la gordura, que sigue en investigación para diferenciarla de la Anorexia nerviosa.

·        La obesidad puede afectar desde niños hasta personas de la tercera edad.

·        Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir obesidad.

·    Aunque no sea genética, la obesidad puede afectar a la familia al completo, ya que las pautas alimenticias son un hecho que se aprenden en el seno familiar.


Tratamiento de los trastornos de alimentación

Para empezar a tratar con estos trastornos de alimentación, es fundamental asistir con un profesional, tener la atención médica requerida, estar asesorado con tanta información sea necesaria. Pueden existir casos en el que la persona no se sienta afectada por algún trastorno, es por ello que necesitará la ayuda de algún familiar o persona muy allegada para poder acudir a un profesional.



Lo ideal antes de empezar con un plan u objetivos, sería asegurarse de que el paciente no esté atravesando por alguna enfermedad física peligrosa, una vez verificado esto, se puede proseguir con lo planificado. Los objetivos en todos los casos serán los mismos, pero dependerán de la condición en que se encuentre cada paciente. Por ejemplo, lo principal sería aceptar que se está atravesando por una condición alimenticia que afecta a la salud y también tratar los problemas psicológicos que lo llevan a tal conducta alimenticia, reintegrar una dieta balanceada que  ayude a bajar o a subir (según el caso que lo requiera) al peso corporal que sea realmente sano, lo que para esto último se necesita es dejar en su totalidad la ingesta sin control, las purgas y los ejercicios en exceso. Pero cuidado, en el caso de extrema delgadez, es cuando el paciente puede llegar a ser hospitalizado de urgencia. Por todo ello, será necesaria una intervención multidisciplinar, es decir, es necesaria de la intervención conjunta de médico, dietista y psicólogo.

La terapia psicológica individual o familiar, es una forma de tratar los trastornos de alimentación. El terapeuta tiene el trabajo mediante la terapia verbal de hacerle reaccionar con respecto al daño que se está causando, lo auxiliará a ver la realidad que lo aborda y a tratar los verdaderos problemas que lo llevan a esa situación, borrar todo pensamiento erróneo que tiene con respecto al problema. En Mi Psicólogo Barakaldo se trabaja con los atracones que sufren estos pacientes, con las imágenes deformadas que estos tienen en torno a la comida y al peso.

En algunas ocasiones, con la Anorexia nerviosa, es muy determinante tomar en cuenta si se debe acudir a una hospitalización. La desnutrición y lo que esto conlleva debe tratarse en primera instancia de una manera completamente médica, en muchas ocasiones recurriendo a la alimentación forzada. Sin embargo, su recuperación será insostenible de no llevar una terapia psicológica, puesto que es necesaria la conciencia de enfermedad para cambiar y superar dicha enfermedad.

Respecto a la obesidad, requieren de psicoterapia y una estricta dieta de bajas calorías, alcanzar la plenitud con estos alimentos, crear una rutina de ejercicio diario. En conclusión, lograr un cambio en su vida diaria. Existe, además, una operación quirúrgica que ya desde hace tiempo ha tenido buenos resultados, el Bypass Gástrico; consiste en la reducción del estómago, lo que le da al paciente como resultado el tener menos apetito, se llena con poca cantidad de comida y así comienza a bajar de peso. Sin embargo, el hábito alimenticio debe persistir, sino se perderá todo esfuerzo logrado y es ahí donde juega un papel primordial la terapia psicológica.

Referente a los medicamentos, los antidepresivos funcionan como tratamiento contra otros trastornos psicológicos que pueden acompañar a los alimenticios, como la depresión, la ansiedad o el estrés; pero se cree que estos no son útiles en su totalidad en los trastornos de alimentación, puesto que no existen medicamentos que ayuden a ganar o a perder peso directamente.

Como punto final, es necesario insistir en la difusión de información para concienciar a las personas con respecto al tema de los trastornos alimenticios, que son tan relevantes como cualquier enfermedad. Es importante comenzar desde el ámbito familiar, escolar, por iniciativa propia y compartirlo con los demás. Entender que estos problemas pueden afectar a cualquier clase de persona, sea niño, adolescente, adulto, joven o mayor. Estar atentos con las personas que nos rodean, aprender a identificar cuando no se está integrando a algún vínculo social por inseguridad consigo mismo, o cuando otros lo están molestando por su apariencia física. Evitar comentarios destructivos o jocosos con respecto a la apariencia de otra persona, no sabemos cuándo podemos llegar a herir susceptibilidades y a empeorar la situación de esa persona.

Sí, tenemos que aceptarnos tal y como somos, pero hay que agregarle a esa frase muy concurrida por algunos medios que eso implica poseer una buena salud física y mental. Una persona obesa puede llegar a quererse como es, y eso no define su belleza porque la belleza propiamente dicha es subjetiva a los ojos de cada quien. No obstante, la obesidad, como se ha mencionado anteriormente, no es saludable, lo mismo sucedería en el caso de la extrema delgadez. Acude al médico, chequéate, que todo sea por una vida sana y saludable.